Peligra la democracia en Uruguay
En el día de ayer los legisladores del gobierno a través de una conferencia de prensa salieron al cruce de la oposición y los acusaron de pretender desestabilizar la democracia en el país; Si bien el llamado a sala de un Ministro, puede terminar en una declaración de censura por parte del parlamento y si el Poder Ejecutivo lo mantuviera en el cargo, la Constitución prevee la disolución de ambas Camaras y el llamado a elecciones legislativas anticipadas. Esta hipótesis en las actuales circunstancias, donde el Frente Amplio tiene mayoría parlamentaria, seria casi imposible que aconteciera.
Las declaraciones de los senadores Larrañaga y Bordaberry resulta únicamente declarativa es decir, para la tribuna, buscando un titular de prensa. Esto lo saben los periodistas, el gobierno, los legisladores que organizaron la conferencia de prensa y todo el sistema político, al igual que la inmensa mayoría de los ciudadanos medianamente informados.
Nadie desestabiliza nada, la democracia en el Uruguay no corre peligro y únicamente todo este fuego de artificio nos indica que el Ministro del Interior es inamovible para el gobierno y que desde la oposición por más que griten y pataleen, poco podrán hacer.
Quienes verdaderamente tienen la posibilidad de hacer cambiar de posición al gobierno es la gente, los ciudadanos que están frustrados por la mala gestión de Bonomi; Quienes sufren la inseguridad y la violencia de los delincuentes que no distingue entre ricos y pobres, trabajadores, amas de casa, estudiantes, ancianos todos estamos en la mira de los mal vivientes y en las actuales circunstancias, lo único seguro es que algún día te van a robar, rueguen para que no los maten durante el asalto. La movilización de la ciudadanía es la única que puede hacer recapacitar al Presidente Vazquez y lograr que se dejen de priorizar la corporación partidaria y se opte por un cambio en la gestión en el Ministerio del Interior.
La estrategia del gobierno es cambiar de tema, aprovechar las declaraciones de la oposición para desviar la atención de la opinión pública de lo verdaderamente importante que es el espiral de inseguridad y violencia que padecemos los uruguayos.
La gestión de Bonomi fracaso, no da las garantías, no tiene la confianza de la gente, sumado a sus declaraciones muchas veces antipáticas y echándole la culpa de sus errores y desaciertos a otros; Cuando no hay autocritica, cuando la soberbia nubla el razonamiento, cuando los dirigentes políticos están atornillados a los cargos y no son evaluados, primando los intereses corporativos del partido, es difícil que la razón prime.

El problema no es personal, El señor Eduardo Bonomi puede ser una excelente persona, un buen padre de familia y amigo ejemplar, pero como Ministro encargado de la seguridad del país ha fracasado, durante más de una década a promovido gente de su confianza, ha instrumentado planes y mecanismos para mejorar la acción de la policía, pero no pudo obtener resultados aceptables, la problemática aumenta año a año, los muertos cada ves son más, la saña y violencia de la delincuencia es intolerable.
El Ministro a demostrado que el cargo le quedo grande, además a perdido la confianza de la mayoría de la ciudadanía.
Lamentablemente hoy es más importante el corporativismo político que la honorabilidad, el amor al sillón que la honradez moral.
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