MENTIME QUE ME GUSTA
El gobierno afirmó ayer que el compromiso de lograr bajar el número de rapiñas al finalizar su mandato se cumplirá. "Estamos asegurando que en esta administración, por primera vez desde el retorno democrático, tendremos al final del período menos rapiñas que cuando iniciamos", dijo ayer el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, durante la interpelación realizada por el senador colorado Pedro Bordaberry. (fuente: diario El Observador)Tratando de dibujar los números de los delitos, el atornillado Ministro Bonomi, trascurrió la interpelación sin mayores apremios y hasta le dio para tomarle el pelo al interpelante y hacerse el gracioso; Sabedor de que la bancada oficialista lo respaldaría, por más que la ciudadanía no este conforme con su gestión.
La fata de vergüenza y el descaro con que se maneja la política en el Uruguay, desde hace un buen tiempo deja mucho que desear; Esta modalidad de meter la aplanadora de la mayoría para defender lo indefendible, la mala gestión de las actuales autoridades del Ministerio del Interior, es anteponer los intereses corporativos de la coalición antes que las necesidades de la gente de mas y mejor seguridad.
El tema de fondo no es de izquierda o de derecha, es de gestión y en esta materia Bonomi y sus colaboradores han aplicado varias recetas, hicieron anuncios, dieron conferencias de prensa, presentaron Pawer Point, cambiaron algunos mandos medios, dividieron, subdividieron y redividieron las zonas de patrullaje, pero en definitiva no le encontraron la vuelta al problema.
En cuanto a que el numero de rapiñas han descendido según las declaraciones de Bonomi, tengo la convicción de que miente, por más que quiero no puedo creerle, me lo dice la gente en la calle, todos los días hay cientos de delitos en todos los barrios, familiares, amigos y vecinos que son victimas de la delincuencia de diversas modalidades, esa es la realidad en el Uruguay y no es creíble el discurso del Ministro.
Esta tozuda postura del Presidente Vazquez para no poner en peligro la mayoría parlamentaria y distanciarse aun más con el MPP y su líder Jose Mujica, es en definitiva la única causa del porque Bonomi sigue atornillado al sillón.
Algunos hablan del costo político de esta actitud de la izquierda, yo pienso en el costo en vidas, un promedio de 300 muertos a manos de la delincuencia por año.
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