Jugadas políticas para burlar a la Justicia
El popular ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, acosado por sospechas de corrupción, asumió ayer el Ministerio de Presidencia, la cartera más importante del gabinete de Dilma Rousseff.
El cargo de ministro le brindará a Lula la protección del fuero privilegiado, por lo que las causas abiertas en su contra deberán pasar a manos del Tribunal Supremo, que no goza de la agilidad de las cortes convencionales. Sin embargo, la esposa de Lula, Marisa Letícia, y su hijo mayor, Fabio Luiz, que también son investigados por la Fiscalía, sí podrían ser juzgados por el juez Sergio Moro, el riguroso magistrado que ha centralizado el grueso del caso de corrupción en la petrolera estatal Petrobras y que ha aplicado 84 condenas en dos años.
Los discursos de honradez y defensores de la moral publica dejan de ser validos y muestran su vació cuando se tomas actitudes como las que el Partido de los Trabajadores de Brasil y sus máximos dirigentes juegan a la mosqueta y pretenden engañar a la Justicia, recurriendo a fueros (privilegios de los políticos corruptos).
Este nombramiento de Lula reafirma la convicción de la ciudadanía de las implicacias del político brasileño en actos de corrupción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario