Se termino el gobierno, ya están de campaña electoral
Es indispensable asumir la importancia de medir el nivel de desarrollo, eso nos permite cuantificar los problemas. Como se dice popularmente, lo que no se mide no se conoce, no se puede mejorar, ni controlar.La política pública debería tomar acciones sobre bases cuantitativas sólidas, objetivas, medibles y así podríamos dejar de gobernar en base al talenteo, a ideas trasnochadas o antojadizas de nuestros gobernantes de turno.
Medir la opinión de la gente sobre: Seguridad ciudadana y sistema de derecho; Sociedad incluyente, preparada y sana; Mercados de factores eficientes y dinámicos e Infraestructura física y tecnológica, con rigurosidad cientifica.
El Uruguay se puede dividir en tres grandes zonas del país considerando la satisfacción de sus habitantes con la mayoría de los indicadores, pero la seguridad ciudadana y el sistema de derecho es un asunto excluyente para la inmensa mayoría de los uruguayos. La insatisfacción de la gente ya no puede ser disimulada por la propaganda oficialista, la liviandad de la prensa o las grandilocuentes discursos de las autoridades de gobierno.
Argumentaciones con "la sensación térmica" de la ex Ministra Deisy Tourne y su pésima gestión o las perogrulladas del actual jerarca de la cartera, Eduardo Bonomi, donde siempre busca un culpable, desde la propia victima acusando al muerto de resistirse al robo o tener un celular o championes que provocan a los delincuentes, cuando no se la agarra con los jueces o los fiscales, cuando no a la prensa y los informativos. Cero autocritica.
Estamos en el séptimo mes del año y tenemos un muerto por día. Las rapiñas han aumentado un 57% a igual periodo del año anterior. Estos datos son el resultado de la propia información del gobierno.
La ciudadanía no se entera ni de la mitad de los delitos que se cometen, porque los informativos locales no los cubren por acción u omisión, además de la estrategia oficial diseñada para desinformar.
Estoy convencido de que los uruguayos somos gente tranquila en su inmensa mayoría, pero la inseguridad esta llevando a la gente a grados de preocupación e insatisfacción que pueden desembocar en acciones de ira y justicia por mano propia, hasta el momento han sido caso aislados.
Para tomarle el pelo más a la ciudadanía, nuestros gobernantes ya están en campaña electoral, en refriegas internas buscando candidato y se olvidan de lo verdaderamente importante: gobernar.
Sepa este gobierno que no han nada más peligroso que un pueblo cargado de ira, contra un gobierno apático, cómplice y mentiroso.